lunes, 29 de marzo de 2010

Colombia ¿Plurietnica y multicultural?

Por María Isabel Vargas


Colombia ha sido y es un país que a pesar de que ha avanzado en sus propios esfuerzos por reconocerse así misma como una nación pluriétnica y multicultural, aún debe concientizarce e interiorizar lo que abarca convivir diariamente con ese concepto.

Nadie puede negar que Colombia siempre a buscado su modelo de desarrollo desde afuera, copiando los que son exitosos en el extranjero, pero aquí no siempre tienen el mismo buen efecto porque simplemente nuestra realidad es diferente y de allí la importancia en que se debería repensar un modelo propio que funcione desde nuestras propias lógicas y no desde lo ajeno, para lo cual se hace necesario tener en cuenta los afrocolombianos que siendo el 30% de la población ocupan una significativa cifra que no se puede ignorar y que han sido victimas de problemas como la exclusión, discriminación, desplazamiento y violencia.

Años atrás, ser afrocolombiano no era precisamente lo que un país como este que quería imitar una cultura ajena visibilizara, por lo cual sus temas y problemáticas no eran parte de la agenda mediática y por lo tanto no era parte de nuestra realidad social, ya que como siempre ha sucedido en las sociedades informatizadas, los grandes medios son los que impone solo fragmentos de una realidad indicándonos donde debemos fijar la mirada, dejando por fuera muchos otros problemas que son parte del ser colombiano. Pero ese es el peligro que ha tenido darle tanto poder de credibilidad a los medios, ya que les hemos permitido que nos construyan la realidad diariamente dependiendo muchas veces de intereses de las altas esferas de poder que son quienes deciden que les conviene que sepamos, que les conviene que hagamos o sobre que les conviene que pensemos e inclusive que les conviene que no miremos.

Es cierto que gran culpa de todo la tienen los medios, las mismas personas con su intolerancia y discriminación e inclusive la misma historia que llevan al hombro dichas comunidades, pero no se puede negar que la exclusión también ha sido un estado mental en que los afrocolombianos no han ayudado a que cambie dicha situación, ni que se organicen para liderar y ser gestores de su propias soluciones para lograr un cambio.

Lo correcto sería que partiéramos del principio de que cualquiera que sea la raza, religión, cultura a la que pertenezcamos, tenemos un territorio en común del cual todos debemos cuidar, tomar parte activamente en las desiciones que sobre este se tomen, ya que en él vivimos, gracias a él subsistimos y lo que pase con él nos terminará afectándonos a todos, por lo cual debemos unirnos alrededor de dichos intereses colectivos que compartimos y trabajar en equipo. En este aspecto todos somos iguales, porque todos somos colombianos, tenemos los mismos derechos y también deberes para construir, reconstruir, arreglar y cuidar nuestro país.

Pero además de reconocernos desde lo común, también hay que entender que eso de “pluriétnica” encierra mucho más que el color de piel y que “multicultural” no simplemente se refiere a la música, baile, comida y fiestas típicas, sino que es una forma de ser, de ver la vida, de vivir en la sociedad de forma diferente.

-“Esos negros no trabajan casi y se quejan de que son pobres pero no les puede faltar sus tragos el fin de semana” dice alguna gente juzgando la forma de vivir de los afrocolombianos.

Pero es que simplemente cada cultura tiene diferentes formas de vivir, priorizando lo que cada una considera es lo más importante. Así como para la mayoría de nosotros lo más importante en la vida gira entorno a la economía, en la adquisición y acumulación de bienes y dinero, ya que eso es calidad de vida para la mayoría de nosotros, para las comunidades afro lo más importante está en disfrutar la vida de una manera más alegre, liberarse del estrés un poco, y mantener lazos fuertes en sus relaciones sociales con los suyos, sus amigos, su familia, sin importar obtener un excedente más allá de lo básico, mientras que nosotros pensamos que lo tenemos todo con nuestra forma de vivir hemos tenido que pagar un precio alto y es vivir en pro de la producción, sin tiempo para nosotros, para nuestra familia, para las emociones y las relaciones que el dinero no puede comprar, pero esa fue nuestra elección y toda elección tiene un precio. Y hay muchos ejemplos más, porque cada cultura tiene sus prioridades, su forma de vivir, y no hay una forma mala, buena o correcta universalmente, simplemente todas son diferentes y funcionan para quienes eligen vivir así. Pero solo cuando entendamos eso, podremos convivir realmente desde lo que tenemos en común y desde el respeto por la diferencia, y se podrá afirmar realmente que Colombia es un país plurietnico y multicultural, más allá del papel.

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